NACIONALES

China consolida presencia estratégica en Europa

CON ITALIA EN LA NUEVA RUTA DE LA SEDA.

China ha firmado ya con Bulgaria, Hungría, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia y República Checa a lo largo del Danubio; con Grecia (El Pireo), Malta e Italia en el Mediterráneo; con Portugal en el Atlántico; y con Letonia y Lituania en el Báltico.

A pesar de las dudas en la Unión Europea, Italia firmó un memorándum con China para sumarse a la Nueva Ruta de la Seda. El propio presidente chino, Xi Jinping, llegó a Roma para asistir a la firma de este memorándum de entendimiento, consciente de la importancia de lograr la firma de Italia, primera potencia del G7 -el grupo de las siete democracias más industrializadas- en sumarse al ambicioso proyecto.

La Nueva Ruta de la Seda (también llamada “Belt and Road Initiative”), es la iniciativa lanzada por China en 2013 para conectar las economías occidentales en Europa, Oriente Medio, África y Sudamérica entre sí y con China, la  misma que tienen ahora en los puertos italianos –igual que siglos atrás- un punto estratégico.
Italia lo respalda con un memorándum que es un “acuerdo programático”, como ha dicho el primer ministro, Giuseppe Conte, dados los recelos que ha despertado.

China ya ha firmado acuerdos con Bulgaria, Hungría, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia a lo largo del río Danubio y hasta la República Checa, en el corazón de Europa.

En el Mediterráneo, con los puertos de Grecia (El Pireo) y Malta y ahora para los puertos de Italia.

En el Atlántico ha firmado con Portugal, y en el Mar Báltico con Letonia y Lituania.

Estados Unidos, Francia y Alemania ven con desconfianza el proyecto chino, que aumenta la influencia asiática sobre todo en Europa del Este.

Italia es la primera gran potencia industrial que se suma en un momento en que su economía se encuentra en recesión. La entrada en la Nueva Ruta de la Seda impulsará el crecimiento de la economía italiana. Los acuerdos bilaterales firmados valen 2.500 millones de euros y tienen un valor potencial de 20.000 millones de euros.
Junto al memorándum de entendimiento para la Nueva Ruta de la Seda, Italia y China han ratificado una treintena de acuerdos entre sus empresas para aumentar la colaboración en infraestructuras, energía, cultura o turismo.

La petrolera Eni colaborará con el Banco de China para explorar el suelo del país; la gasística Snam desarrollará proyectos en la Ruta y los estratégicos puertos italianos de Trieste o Génova (norte) cooperarán con la constructora CCCC, según los medios.

También unirán fuerzas las agencias espaciales de ambas partes para desarrollar un nuevo satélite. Se exportarán al gigante asiático naranjas sicilianas y carne. Italia devolverá 796 restos arqueológicos.
El acto fue celebrado en el impresionante palacio de Villa Madama, reservado a las grandes ocasiones.

El primer ministro italiano ha querido disipar las dudas con una “carta a Europa” en la que asegura que el memorándum no cuestiona la alineación de Italia en Europa.

Antes de la firma, el presidente chino acudió al romano palacio del Quirinale para despedirse del presidente de la República, Sergio Mattarella.

Xi viajó de inmediato al puerto de Palermo, en Sicilia, antes de dirigirse el domingo a Francia.

Xi apacigua a la Unión Europea

El presidente chino, Xi Jinping, prometió apertura a los productos y a las inversiones de Francia. En artículo publicado la víspera de su visita de Estado a Francia, Xi afirma que su país “está dispuesto a importar más productos y servicios franceses”.

A sabiendas de la creciente desconfianza en París y otras capitales europeas, subraya que “los inversores franceses son bienvenidos para compartir las oportunidades de desarrollo en China”. Xi habla también de “una mayor convergencia de puntos de vista en las grandes cuestiones internacionales” entre París y Pekín, y añade que “continuará luchando firmemente contra el proteccionismo, apoyando la construcción de una economía mundial abierta y a promover una globalización económica más inclusiva y más equilibrada en beneficio de todos”.

El lunes está programada en el Palacio del Elíseo una entrevista cara a cara de los dos mandatarios en la que el presidente francés, más allá de asuntos y contratos bilaterales, pretende transmitir el mensaje de que su país y la Unión Europea no quieren correr el riesgo de verse sumergidos por el gigante asiático, en particular con su proyecto de la Ruta de la Seda. El martes en una reunión con Macron participarán también la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para abordar la relación de China con la Unión Europea.

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