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M&A sin control previo: postergación de la ley facilitaría la adquisición de empresas golpeadas por Covid-19

Las fusiones y adquisiciones de empresas golpeadas por la actual crisis aumentarían durante el segundo semestre. Estos deals podrían cerrarse sin dilaciones adicionales, pues el gobierno postergaría la entrada en vigencia de la ley de control previo.

Por Juan Rosales.

La postergación de la entrada en vigencia de la ley de control previo de fusiones y adquisiciones, originalmente prevista para agosto de este año, facilitará el cierre de estos deals en los próximos meses, cuando la crisis económica derivada del Covid-19 empuje a las empresas más golpeadas a la venta. La medida está siendo trabajada por el gobierno en el marco de las facultades legislativas delegadas.

La pandemia de Covid-19 ha ralentizado las fusiones y adquisiciones a nivel local, pero no lo ha detenido. Entre enero y febrero se han registrado 16 transacciones, ocho menos que las registradas en el mismo periodo del 2019. El capital movilizado fue de US$511 millones, cifra menor a los US$1,273 millones registrados hace un año (ver gráfico).

Algunas operaciones están paralizadas debido a que el nuevo escenario alteró el precio de compra de algunas empresas. “Los compradores están esperando ver el real impacto de la cuarentena y de las medidas posteriores en los targets“, explica Susan Castillo, socia del estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados. Por otro lado, el acceso a financiamiento hoy es más difícil. “Muchas de estas transacciones cierran con una parte de equity y parte de deuda, que se ha encarecido”, asegura Eduardo López, socio del estudio Rodrigo, Elías & Medrano.

Aún así el mercado de fusiones y adquisiciones continuará en movimiento. Algunas compañías asociadas a servicios médicos o fabricación de alimentos se verán fortalecidas. “Estamos viendo apetito por industrias que hoy son parte de las esenciales”, indica Castillo. Pero también se abren perspectivas para las más golpeadas. “Vamos a ver compañías que van a estar muy complicadas conforme pasen los meses”, comenta Eduardo Campos, socio de Apoyo Consultoría. “Tal vez los procesos de fusiones sean parte de una reestructuración corporativa a nivel de país”, añade.

Algunas empresas podrían desprenderse de líneas de negocio poco rentables o de activos no estratégicos para concentrarse en su core business. Mientras tanto, aquellas que estén en una mejor situación luego de la crisis verán oportunidades para crecer. “Habrá un mercado de compradores, estarán más favorecidos aquellos que tengan una mayor posición de liquidez”, prevé Mauricio Olaya, socio del estudio Muñiz.

Aplicar el control previo de fusiones y adquisiciones ralentizaría las transacciones previstas en los próximos meses y le restaría “el oxígeno necesario” que requerirían las compañías más debilitadas para sobrevivir hasta su venta, explica Olaya. El procedimiento de evaluación del deal puede llegar a tardar seis meses o más en el Indecopi. “En una situación como la actual, entrar con un nuevo experimento como la ley de fusiones y adquisiciones, en la cual falta desarrollar jurisprudencia, expertise y medir si los umbrales establecidos son correctos, genera complicaciones adicionales”, sostiene Alberto Rebaza, socio del Estudio Rebaza, Alcazar & De las Casas. 

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