PBI de China: la desaceleración continuará en el 2016
El PBI de china registró la tasa de crecimiento más baja del último cuarto de siglo. Para el 2016, la desaceleración de China es aún más preocupante, y el Perú tendrá menor margen para responder.
Se cumplió el pronóstico y la desaceleración china continuó en el 2015. El PBI de China creció 6.9%. Así, el crecimiento chino cayó a su nivel más bajo desde principio de la década de los noventa, época en la que llevó a cabo una serie de reformas económicas.
A nivel internacional, los mercados ya habían interiorizado una cifra de cierre similar. El dato estuvo en línea con los esperado por el consenso de analistas de FocusEconomics. Es por ello que no se observaron retrocesos en las cotizaciones de los principalescommodities demandados por el gigante asiático. Por el contrario, el precio del cobre —cuyo consumo por parte de China representa el 48% de la demanda mundial— subió 1.8% durante el martes. El precio del petróleo —China consume un octavo de la demanda mundial— también subió en 3.2%.
El gobierno chino afirma que un menor crecimiento en el corto plazo es inevitable, según el banco de inversión Credit Suisse. La prioridad para ese país será continuar con las reformas estructurales que sostendrán el crecimiento de mediano y largo plazo, que implica que los motores de la economía dejen de ser la inversión y la industria, y pasen a ser el consumo interno y los servicios. Las políticas de estímulo económico de corto plazo –como reducir la tasa de interés e inyectar liquidez para dinamizar la economía– están en un segundo plano. El banco de inversión Credit Suisse opina que el gobierno ya estaría limitando su plan de inversión en infraestructura, originalmente diseñado para impulsar el crecimiento. El foco del gobierno ahora está en las reformas por el lado de oferta, lo que implica recortar la producción industrial que se venía produciendo en exceso gracias el apoyo estatal. Por otro lado, se espera que la campaña anti corrupción se expanda hacia el sector financiero durante el 2016, lo que podría desincentivar la actividad del préstamo, agrega.
Así, la desaceleración de China continuará durante el 2016, aunque se espera que sea gradual. El último sondeo de FocusEconomics a los analistas económicos –realizado en diciembre– arrojó una proyección de 6.5%. “Esperamos una mayor desaceleración en el 2016, pero creemos que un hard landing (fuerte desaceleración) es improbable en el futuro cercano”, señala un reporte de Credit Suisse, que también proyecta un crecimiento de 6.5%.
Sin embargo, otras entidades tienen una cifra mucho menor. El banco de inversión UBS proyecta que China crecerá sólo 4% en el 2016, debido a la lentitud del mercado inmobiliario, y la debilidad de los sectores construcción e industria.
El impacto en el Perú
Confirmada la continuidad de la desaceleración china, el riesgo para los países emergentes —en especial para Latinoamérica y el Perú— no está en que su crecimiento en el 2015 haya sido el menor en los últimos 25 años ni en la caída de la bolsa a inicios de año. La principal preocupación ahora está en el crecimiento de ese país para este y los siguientes años, dado que no será fácil implementar la transición de su modelo económico. “China aún está en proceso de destruir la sobrecapacidad industrial, reducir su inventario de viviendas y reducir su apalancamiento, lo cual en nuestra opinión tomará años para completar”, advierte Credit Suisse.
Una menor tasa de crecimiento pone en jaque la recuperación económica del Perú en el 2016, que ya es frágil por el contexto electoral incierto y el menor espacio para políticas contracíclicas.
Un menor crecimiento de China golpearía al precio del cobre –que ya ha tocado mínimos–, el principal producto de exportación del Perú. Según UBS, sólo la caída del crecimiento chino llevaría al banco reduciría su proyección del precio del cobre de US$2.5/libra a sólo US$1.6/libra. Si China sólo crece 4% en el 2016, el PBI del Perú crecería a 1.2 puntos porcentuales menos, según el banco de inversión.
A la economía peruana sólo le quedará soportar el choque externo. A diferencia de la crisis del 2008, ahora la política económica en el Perú tiene menos fuerza y espacio para enfrentar esta situación. El BCR tendrá un comportamiento contrario a la recuperación: buscará reducir la inflación vía alzas de su tasa de referencia, como sucedió el jueves pasado. La política fiscal también tendrá un menor campo de acción para implementar políticas contracíclicas. El déficit fiscal en el 2015 fue de 2.1% del PBI, el más alto en 13 años, y el MEF que este año aumente hasta 3% del PBI.