Saadé de CMA CGM promete invertir 20.000 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cuatro años
Rodolphe Saadé de CMA CGM estuvo ayer en la Casa Blanca, revelando una inversión planificada de 20 mil millones de dólares en Estados Unidos.
La enorme inversión en los próximos cuatro años crearía 10.000 puestos de trabajo, dijo CMA CGM, e incluiría la expansión de terminales de contenedores, la construcción de un centro de carga aérea en Chicago, la compra de cinco nuevos cargueros Boeing 777, así como triplicar el número de barcos con bandera estadounidense que opera la filial American President Lines (APL), mientras que Saadé le dijo al presidente Donald Trump que se haría un anuncio sobre la construcción de barcos en los EE. UU. en las próximas semanas, mientras el nuevo gobierno estadounidense se prepara para revivir las capacidades de construcción naval nacional.
Saadé, presidente y director ejecutivo de CMA CGM, dijo: “Estoy orgulloso de aprovechar nuestra relación de larga data con los Estados Unidos a través de este compromiso de 20.000 millones de dólares para el futuro marítimo y las capacidades logísticas del país”.
“Es muy importante porque se trata de transporte marítimo”, dijo Trump. “Sabes, hemos perdido el rumbo durante muchos años. No hemos hecho nada. Antes construíamos un barco por día”.
El presidente agregó que planea anunciar un nuevo programa gubernamental para la construcción naval la próxima semana, algo que probablemente penalizará el tonelaje construido en China y causará considerables dolores de cabeza en la cadena de suministro.
“Si la propuesta de la USTR sigue adelante, es probable que genere importantes perturbaciones en el mercado naviero mundial, en particular en los segmentos de buques cisterna y portacontenedores, al generar tarifas de flete más altas, lo que podría impulsar la inflación y aumentar los costos logísticos para las empresas estadounidenses”, sugirió Xclusiv Shipbrokers en un informe reciente, y agregó: “Además, muchos armadores pueden evitar los puertos estadounidenses por completo para evitar los costos adicionales, lo que podría generar un desequilibrio en la oferta y la demanda de buques. Esto podría tensar la capacidad naviera mundial y generar costos más altos para el comercio estadounidense, socavando los objetivos del gobierno.
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