El Tsunami toca las alturas : Maersk Line da resultado negativo

 

Ya ha llegado el tsunami a las cumbres más altas. Maersk ha informado que el resultado del grupo en el segundo trimestre del año es de 134 millones de euros (1.099 el año 2015), y que el resultado de Maersk Line para este segundo trimestre ha sido de 139 millones de euros ¡negativos! .

Todo y que se movió un mayor número de contenedores (un 7% más que el año anterior), y que los costes se han reducido sensiblemente, la disminución en el beneficio bruto promedio por contenedor ha experimentado una reducción del 24%.

Y ya saben, cuando las barbas del vecino veas cortar… Lloverá mucho este otoño, y mucha agua pasará bajo los puentes, tanta que alguno se quedará en el camino, o deberá ser debidamente fagocitado (merger, se dice) por aquel/aquellos que mejor puedan vadear financieramente los caudalosos cauces que se avecinan. Y es que navegar contracorriente es extremadamente duro.

Atentos a Hanjin y a Hyundai Merchant Marine. No hace mucho bien a la estabilidad financiera de los grandes carriers un resultado como éste en un campeón como Maersk.

Y ya que estamos, de la onda no se escapan ni los petroleros, que conocieron el año pasado un momento dulce con el final de las sanciones a Irán, la necesidad de almacenar el crudo que no se vendía, y por consiguiente, la utilización de grandes petroleros como almacenes subsidiarios de crudo. Ochenta y cinco VLCC han entrado en el mercado lo que entre otras cosas ha expandido la flota mundial de petroleros un 7%, que el mercado no absorbe. De manera que aquí también veremos un segundo semestre lleno de dificultades.

Contenedores, bulkcarriers, petroleros. No queda mucho margen. Se agota la mina de oro del descenso del precio de los combustibles que parece que no bajan más. Los grandes acuerdos, al menos en cuanto al mundo del contenedor, no dan la impresión de poder mejorar costes, no hablemos de la mayor capacidad de los buques. Quedan las fusiones/adquisiciones  como medida cuasi heroica para salvar del naufragio a las cuentas de explotación. Eso o deshacerse de lastre, separar áreas de negocio y ponerlas a batirse solas contra los elementos.

De nuevo un otoño movido. Y van ya muchos años.