NACIONALES

Revolución industrial para la exportación

En la última CADE hicieron una encuesta a los asistentes para conocer su opinión sobre si estaban de acuerdo con que el Perú ingresará a la OCDE y si consideraban que era conveniente. Una abrumadora mayoría apoyó el ingreso del Perú a la OCDE. En las últimas discusiones políticas se ha mencionado la necesidad de cumplir una serie de requisitos a nivel de políticas educativas y de gobernanza de las instituciones públicas para lograr este ingreso.

Ante el significativo número de eventos para prepararnos para el ingreso del Perú a la OCDE, hice una breve encuesta informal con varios empresarios de diferentes industrias y también a algunos asesores empresariales. En general, el consenso de las respuestas fue que algunos conocen los esfuerzos que está haciendo el Gobierno, casi todos coinciden en que va a ser beneficioso, pero casi ninguno conoce los requerimientos que tienen que cumplir las empresas peruanas para que el Perú sea admitido. ¿Es importante la participación de las empresas públicas y privadas para lograr el ingreso a la OCDE? Veamos. En el 2011 la OCDE presentó la revisión del documento Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales. El título nos puede hacer pensar que estas directrices son solamente válidas para grandes empresas peruanas o que trabajan en el Perú. Sin embargo, en el Capítulo I, Conceptos y Principios, en los incisos 5 y 6 dice textualmente:

“5. El objetivo de las Directrices no es introducir diferencias de trato entre las empresas multinacionales y las empresas nacionales, sino reflejar prácticas recomendables para todas ellas. En consecuencia, se espera que las empresas multinacionales y nacionales tengan la misma conducta en todos los casos en los que sean aplicables a ambas las Directrices.

6. Los gobiernos desean fomentar el mayor grado de cumplimiento posible de las Directrices. Aunque se reconoce que es posible que las pequeñas y medianas empresas no dispongan de los mismos medios que las grandes empresas, los gobiernos que se adhieren a las Directrices las alientan a cumplir, en la mayor medida posible, las recomendaciones contenidas en las Directrices”.

Es decir, las directrices tienen que ser de aplicación general para las empresas peruanas, inclusive las pymes, públicas o privadas. Los países que se adhieran contraen el compromiso vinculante de implementar las directrices. Veamos algunos de los objetivos que se plantean en el desarrollo del documento que tendrían que ser de aplicación en las empresas peruanas para que el Perú se incorpore a la OCDE:

• Suministrar precios competitivos de los productos y servicios. • Capacitación formal y formación en el trabajo. • Desarrollo del capital humano. • Promover el desarrollo sostenible. • Respeto a estrictas normas de conducta empresarial.• Apoyar y defender los principios de buen gobierno corporativo. • Divulgación de información. • Respeto por el medio ambiente y los derechos humanos. • Lucha contra la corrupción. • Regulación adecuada, supervisión oportuna, sistema judicial y aplicación de las leyes imparcial.

Como se puede apreciar, esta breve relación de algunos objetivos nos pone ante un escenario en el que las empresas peruanas van a tener estándares de empresas de países de primer mundo, que son con las que se van a mantener relaciones de negocios y competir una vez que se logre el ingreso a la OCDE. Esta es una exigencia ineludible.

Si bien no existen dispositivos legales que obliguen a las empresas a cumplir con estas directrices y hasta la fecha su cumplimiento en las empresas es voluntario, resulta difícil pensar que si no existen suficientes empresas con un significativo impacto en el PBI que se adhieran y demuestren el cumplimiento de estas directrices, va a ser poco probable que el Perú sea aceptado como miembro de la OCDE. Por lo pronto, se debería formar el Punto Nacional de Contacto que sugiere el documento, que es el organismo de cada país para promover e implementar las Directrices.

Hay mucho por hacer.

Obtenga las ultimas noticias de APAM