Brasil probará un nuevo modelo de concesiones para atraer capital
Mediante nuevas formas de alianza público privada, pretende modernizar su logística
Para continuar con su modernización logística, Brasil está dispuesto a probar nuevas formas de colaboración público-privada y así asegurar más beneficios a las empresas a cambio de un más generoso aporte de capital.
Aquella es la oferta que el ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, enseñó a los inversores en el desayuno informativo “Infraestructuras: El Estímulo de la Economía Brasileña”.
En su presentación, Levy señaló que la presidenta de Brasil Dilma Rousseff quiere usar la red de carreteras federales como prueba de estas nuevas formas de financiamiento. “La infraestructura básica ya está construida (…) y la demanda está garantizada”. El objetivo es atraer a los proyectos que se financian de forma independiente, a través de emisiones de deuda corporativa, como por crédito al Banco de Brasil o al Banco Nacional Desarrollo Económico y Social (BNDES), ambas entidades públicas.
Para el ministro, el mercado de deuda en Brasil se ha desarrollado lo suficiente como para que “las emisiones de deuda sean garantizados por activos reales”. “Este tipo de proyectos de bajo riesgo puede servir como un laboratorio”, afirmó. “Puede ser realmente importante, no sólo para Brasil, sino también para muchos otros países en desarrollo que necesitan llevar a cabo este tipo de proyectos”.
Planes y más planes
Hay dos grandes planes en marcha para desarrollar la infraestructura de Brasil. La primera es la segunda fase de un Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que prevé una inversión de alrededor de 1 billón de reales (US$256.930 millones) en 2015-2018 período.
A la vista de la caída de los ingresos fiscales, el Ejecutivo quiere evitar involucrarse en nuevos proyectos, centrándose en el trabajo ya iniciado. Pero de acuerdo con el último balance de la PAC, publicado en julio pasado, sólo US$770.000 de US$19,5 millones disponibles para el programa de proyectos en el primer semestre de 2015 se dedicó a la infraestructura logística.
Esta es una razón por la cual en junio pasado, la presidenta Rousseff anunció un plan centrado exclusivamente en el Programa de Inversiones -o en Logística en infraestructura de transporte por valor de unos US$51,3 millones, de los cuales aproximadamente el 35% debe estar en disponible para proyectos en los próximos tres años.
Además de la inversión prometida, el ministro reiteró la voluntad del Ejecutivo para simplificar los obstáculos burocráticos que a menudo impiden llevar a cabo proyectos rentables. “Brasil es un país con seguridad jurídica”, recordó Levy durante el desayuno. En muchos casos, sin embargo, el problema es: un excesivo proceso de medidas de seguridad, lo que retrasa la aprobación de las ofertas y puede paralizar las obras durante meses.
En cuanto a Ferrocarriles, históricamente han sido un punto débil de la infraestructura brasileña, toman del PIL (Programa de Inversión en Logística) el 43% de los recursos asignados. Además el ferrocarril bioceánico que une Brasil con el puerto peruano de Bayóvar -Proyecto de espera capital chino para materializarse- prevé inversiones destinadas a reducir el número de camiones cargados de materias primas (especialmente soja) en carreteras congestionadas en el centro y oeste de Brasil.
Puertos y aeropuertos
La nueva legislación portuaria, aprobada en 2013, debe acelerar la entrada del sector privado en los puertos brasileños. “En Brasil, aprueba un terminal portuario por semana”, aseguró Levy durante el desayuno. Pero esto no es suficiente. “En los puertos públicos, reiniciaremos licitaciones de concesiones como el arrendamiento de áreas”, señaló el ministro, “y, al mismo tiempo, vamos a seguir para simplificar la autorización de los puertos privados”.
El mayor historial de éxitos del sector privado en infraestructura es en los aeropuertos. “Funcionó muy bien en aeropuertos como el de Sao Paulo en Guarulhos, o Viracopos, en Campinas”, afirmó Levy. El Ejecutivo quiere extender este proceso a otros terminales, como Porto Alegre, Florianópolis y Fortaleza, añadió.
Fuente: El País
