Ecuador y una medida contra el libre comercio y la integración regional
OPINION
Carlos E. Posada Director Ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior-C
En un mundo interconectado, como el actual, los países que buscan aprovechar los beneficios del comercio internacional deben estar dispuestos a vender lo suyo y a comprar los productos de los demás países.
Es una relación recíproca que se ubica en el corazón del sistema internacional de comercio y en el espíritu de los mecanismos de integración regional. Sin embargo, este rasgo fue puesto en jaque con las medidas adoptadas por el Gobierno ecuatoriano, especialmente contra Perú y Colombia, socios de Ecuador en la Comunidad Andina (CAN). El conflicto estalló en enero pasado, cuando Ecuador impuso una sobretasa arancelaria de 7% a los productos del Perú y otra de 21% a los manufacturados en Colombia.
Colombia y Perú manifestaron que estas medidas no están justificadas y que tienen como finalidad oculta poner trabas a los productos que compiten con la producción ecuatoriana. Ante estos reclamos, la CAN declaró ilegales las medidas.
«La reacción de Ecuador fue desmantelar las salvaguardias andinas para sustituirlas por salvaguardias globales y en marzo expidió una resolución que restringió el comercio internacional de más de 2,900 subpartidas arancelarias, alegando el desequilibrio de su balanza de pagos».
Así, Ecuador fue un paso más allá del ámbito regional e impuso una medida a escala global que le valió críticas también de la Unión Europea, notablemente de España. Si bien es cierto que, según el GATT de 1994, los estados miembros pueden establecer medidas para proteger su balanza de pagos, estas deben estar técnicamente sustentadas para evitar que se conviertan en un obstáculo técnico y una barrera paraarancelaria al comercio exterior.
En el presente caso, el sustento técnico es limitado, más aún si se considera que la medida afecta a más de 2,900 partidas arancelarias en niveles de sobretasas de hasta 45%. Las medidas atentan además contra la integración regional: las acciones que se emprendan al interior de la CAN deben apuntar al equilibrio entre sus miembros y a un desarrollo armónico, evitando decisiones que afecten la cooperación.
De igual modo, las cifras indican que el comercio al interior de la CAN fue seriamente afectado y que el propósito
de Ecuador de promover su industria no está cumpliéndose.
El caso del Perú preocupa especialmente, ya que si se analizan las cifras de exportaciones del año pasado se verían afectadas unas 1,166 subpartidas exportadas por empresas peruanas que representan el 31.3% del total exportado en el 2014. Asimismo, hasta mayo del 2015 ya se ven comprometidas 662 partidas. El sector textil es el más perjudicado, seguido por el metalmecánico y el agropecuario, una situación que pone en riesgo cientos de empleos. Justo cuando Latinoamérica camina hacia una integración plena es necesario derribar las barreras que atenten contra la integración. De otra forma, el riesgo es una escalada proteccionista que empobrecerá a la región.