El festín navideño de la nueva deuda externa
Ayer lograron emitir bonos soberanos por un total de 1,084.3 millones de soles y se proyectan llegar a US$ 20,000 millones.
Los intereses del 6 % anual son leoninos cuando hay liquidez en el mundo con cerca de cero por ciento de interés.
Mediante un decreto legislativo que debe publicarse hoy en el diario oficial El Peruano, el Poder Ejecutivo –en uso de las facultades delegadas por el Congreso de la República– aprobó aumentar el techo de la deuda externa del Perú de 30 % a 34 % de su Producto Bruto Interno (PBI) calculado en US$ 200,000 millones.
Una nota de la agencia Andina señala que dicha ampliatoria será posible si se cumplen las reglas fiscales, aunque por la fecha del anuncio, en los días de Navidad, los críticos de la política económica del Gobierno pueden verlo como el nuevo festín navideño que retoma con la venta de bonos soberanos que se proyectaría a una cifra de US$ 20,000 millones de moneda verde.
Por eso es que al alimón de lo anunciado por la citada agencia oficial, una nota de prensa del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) da cuenta que este año 2016 se culminó “logrando emitir el día de hoy (ayer) bonos soberanos por un total de 1,084.3 millones de soles, el mayor monto semanal colocado desde que se inició el programa de subastas ordinarias de Creadores de Mercado”.
Antes de dar cuenta de las tasas de intereses de los citados bonos, es bueno subrayar que el Ejecutivo fundamenta su decisión “en que la economía peruana ha sido una de las estrellas de la región en la última década por su solidez macroeconómica, pero el complejo escenario internacional parece empujar al nuevo Gobierno a abrir ciertos candados como el límite de deuda pública, que por ley se fijó en 30 % del PBI”.
El decreto legislativo del que se dio cuenta este viernes establece que “excepcionalmente en casos de volatilidad financiera y siempre que se cumpla con las otras reglas macro fiscales, la deuda pública puede tener un desvío temporal no mayor a 4 puntos del PBI, es decir, hasta el 34 %”.
En palabras sencillas, explica el oficialismo, “es como que el banco haya extendido nuestra línea de crédito para poder seguir endeudándonos en los siguientes meses”.
No obstante que al finalizar el anterior gobierno, el Consejo Fiscal del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), presidido por Waldo Mendoza e integrado, entre otros, por el extitular del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Richard Webb, y Javier Escobal, había dicho que en la ratio Deuda/PBI no basta tener en cuenta solo los US$ 24,000 millones de deuda pública, sino además la deuda privada (US$ 35,000 millones) y otras obligaciones y contingencias.
Y son ellos los que llamaron la atención de las autoridades, en forma discreta, de que nuestra ratio Deuda/PBI hace rato que había salido de los llamados márgenes, en ese entonces, del 18 o 20 % del PBI, porque no se estaba considerando otros pagos calculados en alrededor de un 50 % de la totalidad de dicho PBI.
Nos referimos a la deuda previsional, que al valor de entonces se calculaba en un 18 % del PBI; las Deudas de las Asociaciones Público Privadas (APP) de un 20 % del PBI en los próximos 20 años: y, finalmente, las deudas de contingencias que serían avales y deudas del Estado por arbitrajes, juicios y otros que los expertos lo calculaban en un 8 % del PBI.
La sumatoria de todos estos factores de deuda, más la deuda pública y privada, según el citado Consejo Fiscal, bordeaba en efecto por el 70 % del PBI, por lo que no se podía asegurar que nuestra economía tenía una gran capacidad de mayor endeudamiento.
Por lo demás, no se podía comparar el Perú con economías ultra-endeudas, hasta en un 200 % de su PBI, como los mismos Estados Unidos, pero en el Perú elevar nuestro endeudamiento al 34 % del PBI –al parecer solo por el negocio de los bonos– elevaría a unos US$ 68,000 millones nuestra deuda, lo cual sería un despropósito a futuro, más si tomamos en cuenta las recomendaciones del Consejo Fiscal.
NUEVOS TIEMPOS
Han pasado apenas cinco meses desde aquellos diagnósticos que nadie refutó en su momento sino que semanas atrás el MEF simplemente desactivó el Consejo Fiscal, hasta que ayer nos informan por la vía oficial “que se sube el techo de endeudamiento del Estado en momentos en que la deuda no representa necesariamente un problema, dado que ni siquiera estamos cerca al techo de 30 %. Al tercer trimestre del 2016 la deuda pública es de 22.7 % del PBI, según el Banco Central de Reserva (BCR)”, afirman.
En este tema no hay unanimidad entre los expertos. Pero antes veamos los montos desagregados y las tasas de rendimiento o los intereses.
“Se colocaron 223 millones de soles del bono soberano 2026, 300 millones del bono soberano 2028, 291.3 millones del bono soberano 2031 y 270 millones del bono soberano 2037 (…) Las tasas de rendimiento fueron de 6.40 %, 6.46 %, 6.71 % y 6.90 %, respectivamente”, reza la nota del MEF.
¿Cómo nos venden el bono navideño de Pedro Pablo Kuczynski y Alfredo THorne?: “[El] MEF emitió con éxito Bonos Soberanos por S/ 1,084.3 millones en mercado local. Es el mayor monto desde 2013 y resultado reafirma el interés y confianza de inversionistas”, titulan. Hay “interés y confianza de inversionistas”, subrayan.
Eso de confianza de los inversionistas es de dudosa factura. ¿O es que los economistas no saben que los bancos centrales del mundo, desde la Reserva Federal de los Estados, hasta el BCE (Banco Central Europeo) y otros del Asia, han inundado de liquidez los mercados emitiendo dinero fácil y que han puesto la tasa de interés prácticamente en cero?
De forma que el 6 % anual para los bonos emitidos por el MEF es leonino. Dicho de otra forma, no todo es ganancia para el Perú, sino que todo es deuda que hay que pagar a futuro, y en el presupuesto público anual.
“Están abriendo la puerta para aumentar la deuda por si acaso la situación no mejore, pero la señal que le envían con esto al mercado es muy mala”, advirtió Carlos Oliva, director de la Maestría de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico.
El mensaje que envía el Gobierno con esta decisión, según Oliva, es que la situación fiscal para el próximo año no será la más favorable, sobre todo cuando aún no queda muy claro cuál será el impacto que tendrá la reducción de un punto del IGV sobre las cuentas del Estado.
MEGAPROYECTOS
El tema de la deuda no se reduce a los bonos soberanos del presente año. Tiene que ver con los megaproyectos –que incluyen las obras de Odebrecht, como el Gasoducto del Sur– la Línea 2 de Metro de Lima y la Refinería de Talara, que sumados, junto a otros, suman alrededor de US$ 25,000 millones. Y en estas obras no se han rebajado las eventuales sobrevaloraciones.
Si a la cifra anterior se agregan los destrabes de proyectos informados por Proinversión por US$ 15,000 millones, de los cuales US$ 10,000 millones estarían listos mediante el sistema de las Asociaciones Público Privadas (APP), y finalmente se adicionan los US$ 15,000 millones para el programa de agua y desagüe que acaricia el mandatario, ya nos podremos hacer una idea de los ingentes montos que irán a engrosar la deuda externa del Estado peruano, que obviamente comprometerá, en el ámbito financiero, el futuro de la nación. ¿Qué dice el Congreso a todo esto?
“La más grande de la historia”
En el ejercicio fiscal 2016 el Ejecutivo ha emitido 11,430.1 millones de soles en bonos “sólo a través del programa de subastas ordinarias que realiza el MEF, el mayor monto colocado a través del Programa Creadores de Mercado desde su creación”.
Para el oficialismo, “estas operaciones son un reflejo del mayor desarrollo que está alcanzando el mercado de deuda pública en soles, que se encuentra en concordancia con la estrategia de solarización de la deuda de la República”.
Este monto no incluye los 10,251.6 millones de soles emitidos del Bono Soberano 2028, agregan, “en la Operación de Administración de Deuda realizada en septiembre, considerada la más grande de la historia en moneda local emitida en los mercados de capitales internacionales por una economía emergente”.
INCERTIDUMBRE
Pero los mayores riesgos que enfrentará la economía peruana, según deja entrever el propio decreto legislativo, es la volatilidad financiera, sobre todo la que provenga del exterior. Se refieren a la próxima toma de mando del republicano Donald Trump en los Estados Unidos que “ha inyectado altos niveles incertidumbre sobre los mercados hacia el 2017 y a eso se le suma el anuncio de la Reserva Federal de los Estados Unidos, de subir tres veces más su tasa de interés, una decisión que impactará en los mercados”.
EL PROBLEMA DE LA DEUDA PRIVADA
Pocos observadores advierten que el cuadro 99 de la Nota Semanal del BCRP precisa que el sector privado tiene una deuda de US$ 33,000 millones, que debe haber subido a cerca de US$ 35,000 millones. La historia nos enseña que muchas veces el Estado ha tenido que asumir sus obligaciones.