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El granelero Cheshire detiene su deriva

Decíamos el pasado 15 de agosto que el granelero CHESHIRE, 56.600 toneladas de peso muerto, pabellón británico de conveniencia, en este caso Isla de Man, se encontraba a la deriva a unas 60 millas al sur de Gran Canaria; y nos preguntábamos cómo resolvería la empresa de salvamento contratada por el armador, Bibby Line Limited, el problema de la combustión del fertilizante ‘ammonium nitrate based fertilizer’, es decir un abono químico a base de nitrato amónico.

La empresa de salvamento Resolve se tomó la operación del CHESHIRE con manifiesta parsimonia. Contrató el remolcador RED SEA FOS, de Boluda, atracado en la isla de Madeira, en vez de involucrar a los remolcadores existentes en Canarias, es de suponer que por cuestión de precio; y pidió al fabricante del abono químico que enviara algunos técnicos para asesorar en el procedimiento de apagado del incendio de la carga del granelero.

Los técnicos de la química Yara ya habían informado de los riesgos contra la salud humana de los gases desprendidos por la combustión del nitrato amónico y de que la forma de acabar con el incendio era enfriando los focos calientes mediante lanzas con agua. Pero había que acceder a bordo y eso sólo fue posible ayer lunes, nueve días después de que se declarara el incendio y después de cuatro días de constante enfriamiento del casco por los remolcadores RED SEA FOS, HISPANIA, también de Boluda, el mismo que remolcó al MODERN EXPRESS desde Bilbao a Aliaga, Turquía, y el buque de Salvamento Marítimo, MIGUEL DE CERVANTES, incorporado a la operación el domingo día 20.

Desde el día 15, el CHESHIRE siguió derivando según lo previsto, alejándose de las costas canarias. Y el incendio de la carga siguió su curso con abundante emisión de gases a la atmosfera, blancos y de color naranja en los puntos más calientes, y con signos en el casco, cuyos costados aparecían ennegrecidos a la altura de las tres bodegas de popa, 3, 4 y 5 con la carga en combustión.

A día de hoy, con el buque enganchado al remolcador RED SEA FOS por el equipo de salvamento que pudo acceder a bordo desde el mar, abortando la operación que tenían prevista mediante helicóptero, el CHESHIRE se haya a unas 150 millas de  las Canarias. Siguen enfriando el casco el HISPANIA y el MIGUEL DE CERVANTES, mientras  el de menos capacidad contraincendios controla la deriva del buque. De modo que parece que el siniestro acabará por consunción, cuando la carga de las bodegas afectadas se haya descompuesto prácticamente en su totalidad. Será entonces llegada la hora de investigar el origen y la causa de la combustión del fertilizante; y sonará la campana que dará inicio a la catarata de negociaciones, arbitrajes y pleitos que llenarán de contento a los grandes bufetes legales de la City, un festín.

Fuente : EL NAUCHER – España

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