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Importar está carísimo: lo que hacen las empresas para resistir al incremento de los fletes marítimos

Con un incremento de más de 200% en las rutas de importación y un tipo de cambio superior a S/4, las empresas importadoras se han visto obligadas a trasladar parte de estos costos a sus clientes, lo que ya afecta sus ventas y márgenes. Esta situación se mantendrá hasta el próximo año.

El incremento de los fletes, sumado a la subida del dólar, ha obligado a las empresas importadoras a elevar el precio de algunos productos, buscar productos alternativos o disminuir sus importaciones. “El flete promedio [desde Asia] antes de la pandemia estaba en casi US$2,000 y ahora está en casi US$12,000”, cuenta Diego Galindo, gerente general de la naviera Hapag-Lloyd. El alza continuaría hasta el primer semestre del próximo año.

Empresas de distintos sectores han elevado los precios de algunos productos para reducir el impacto del alza de más de 200% en promedio en las rutas de importación, causado por la escasez de contenedores y naves, y el aumento de la demanda (ver gráfico). Por ejemplo, los precios de la empresa de bicicletas Oxford y la empresa de biodegradables Terrapack han subido más de 20% en promedio, lo que afecta sus ventas. “Nuestras ventas han caído hasta un 15% porque tenemos clientes que al ver el precio han optado por dejar los productos biodegradables y regresar al plástico”, señala Cristian Larrea, gerente comercial de Terrapack. Hay productos en los que no se ha podido elevar los precios porque el impacto en las ventas sería mayor. “Tuvimos que sacrificar 10% de nuestros márgenes para mantener algunos productos al nivel del mercado”, cuenta Daniel Balarezo, gerente general de Oxford.

Cuando el incremento en fletes es muy alto, las empresas optan por productos alternativos. “En casos muy dramáticos en los que el flete se incrementa doce veces comienzas a descartar ciertas marcas y proveedores, y buscas alternativas locales o de otros países”, dice Oscar Pizarro, gerente general adjunto de Tai Loy, que dejó de importar papel fotocopia de Asia para traerlo de Latinoamérica. En casos más extremos, se opta por reducir el volumen importado. “Hay situaciones en las que el flete llega a ser más caro que la mercadería y el contenedor, en ese caso la empresa entra en la disyuntiva de importar o no”, explica Pizarro. Terrapack, por ejemplo, no realiza negociaciones de importación desde febrero y ahora busca comprar mercadería de otros jugadores locales.

El alza del tipo de cambio ha empeorado la situación para los importadores. Desde julio el tipo de cambio se ha elevado 5.22%, lo que ocasiona que muchas empresas tengan que volver a ajustar los precios. “En agosto hemos cambiado los precios de los catálogos hasta seis veces por el tema cambiario y eso afecta las negociaciones”, indica Larrea, de Terrapack. No obstante, el impacto del tipo de cambio y de los fletes en los resultados será mayor el próximo año. “Los primeros meses son los más duros porque salimos de la campaña [de navidad] y el volumen de ventas no es tan alto como en el último trimestre del año”, explica Carlos Abuid, CEO de Scharff.

Los altos costos de los fletes se mantendrán hasta el segundo semestre del 2022, coinciden las fuentes consultadas. Las navieras siguen construyendo contenedores para aumentar su capacidad y así reducir los costos. “Desde que comenzó la pandemia han entrado aproximadamente 300,000 nuevos contenedores y necesitamos medio millón de contenedores más”, señaló Galindo, de Hapag-Lloyd. Aunque esto no significará que los fletes regresen a los niveles precrisis. “El costo se acomodaría por niveles de US$4,000 y US$4,500”, agregó Abuid.

Fuente : Semana Economica

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