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Las medidas para reactivar la infraestructura no tendrán efectos inmediatos

ENTREVISTA. Javier Tovar, socio especialista en infraestructura del Estudio Echecopar, advierte que la independencia de ProInversión recién se verá a mediano plazo.

El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski espera que el 2017 sea el año de la infraestructura. El dinamismo de la mayor cantidad de sectores de la economía peruana dependerá de que la actual gestión logre reactivar la inversión en ese sector. Con ese objetivo, el gobierno oficializó hace unas semanas una serie de decretos legislativos relacionados a la modificación de la Ley de Asociaciones Público-Privadas (APP), el reemplazo del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) por Invierte Perú y la tan esperada reforma de ProInversión.

Sin embargo, si bien las medidas obtuvieron la aprobación del sector privado en un primer momento, por sí solas no tendrían un impacto inmediato. En la siguiente entrevista, Javier Tovar, socio especialista en infraestructura del Estudio Echecopar, sostiene que la independencia de ProInversión, la mejora en la fase de preinversión de proyectos y el traslado de capacidades a las regiones del Perúrecién se verán en el mediano plazo. Además, enfatiza que los contantes cambios en las normas pueden generar inestabilidad jurídica de cara a los inversionistas.

¿Qué se debe esperar del nuevo ProInversión?

Prefiero no hablar del nuevo ProInversión sino de su relanzamiento, ya que es una institución que tiene mucho que aprender de su historia.

La principal modificación se dará en la gobernanza y se traduce en tres cambios específicos: la inclusión de tres funcionarios independientes en su directorio, el empoderamiento del director ejecutivo para que sea el responsable de la resolución de los procesos, y la reformulación del rol de los comités especiales. Éstos últimos pasarán a ser como los comités de inversiones de fondos privados y aprobarán hitos determinados en los procesos.

La autonomía de ProInversión fue puesta en duda durante los últimos años. ¿Las medidas adoptadas permiten reducir esa incertidumbre?

En mi opinión, [para evitar esa duda] hubiese sido preferible que ProInversión no esté supeditada a un sistema de inversión privada que tiene como ente rector al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Si bien dicha medida puede contribuir a la articulación de los entes estatales, también puede generar una idea de subordinación.

El MEF debe dedicarse a la producción de políticas y no a meterse en el trabajo vinculado a procesos. Como señala un artículo de las normas promulgadas, ProInversión es quien deberá generar reglas técnico-normativas.

El diseño contractual, que está a cargo de dicha institución, ha sido el origen de muchos de los problemasen la ejecución de proyectos. ¿Éstas normas solucionan ese aspecto?

Las normas, por sí solas, no van a resolver nada. Que ProInversión tenga la facultad de poner reglas es una herramienta valiosa, pero para que ello sea útil es necesario invertir recursos humanos y dinero.

Si bien es positivo que ahora ProInversión pase a hacerse responsable del seguimiento de las modificaciones contractuales que se deban suscribir, es necesario atacar el origen del problema: la fase de preinversión. Cuando la preinversión está mal hecha, es muy difícil corregir los errores a través de modificaciones contractuales.

Las medidas aprobadas también ponen mucho énfasis en la responsabilidad de los gobiernos regionales y locales. ¿Éstos tienen el conocimiento suficiente del mecanismo de APP?

Hace veinte años en el Perú no se sabía nada del desarrollo de concesiones y tuvimos que aprender. Ahora es necesario que esas capacidades se trasladen a los gobiernos regionales y locales, aunque es un proceso que tomará tiempo. Es algo que se logrará poco a poco y que no tomará menos de cinco años.

Ante este panorama, ¿no es de esperarse un impacto inmediato de las medidas?

Podría haber un primer efecto, pero sólo vinculado con la confianza en ProInvesión. Luego, poco a poco, se debe crear esta máquina de proyectos que se puedan convertir en APP.

El reciente cambio constituye el tercero en cuanto a la ley de APP. ¿Ello puede resultar contraproducente de cara al inversionista?

Eso no ha sido bueno. Yo espero que no se vuelva a modificar, por lo menos en los siguientes cinco años. Con los recientes cambios, lo que debe afinarse es la gestión de normas y procesos. Si se modifica algo deberá ser muy puntual, ya que la estabilidad para el inversionista también está dada por la estabilidad de las normas en el tiempo.

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