INTERNACIONALES

Los países que registran el 70% del tonelaje mundial apoyan un impuesto al carbono

Rebelión del océano
Dos nuevos informes dirigidos por el Instituto de Energía de la UCL y el Grupo de Investigación Oceánica muestran lo que está en juego en las próximas reuniones de la Organización Marítima Internacional (OMI) y en el período crucial previo a la reunión del Comité de Protección del Medio Marino prevista para abril. Se espera que la OMI acuerde políticas, llamadas medidas a medio plazo, que serán clave para lograr los objetivos estratégicos de la OMI, incluida la finalización de la descarbonización del transporte marítimo internacional para alrededor de 2050 y la contribución a una transición justa y equitativa para todos los estados.

El decimoctavo Grupo de Trabajo Intersesional sobre GEI (ISWG-GHG 18) es la penúltima sesión de negociación, antes del MEPC 83, la reunión en la que la OMI se ha comprometido a acordar en principio un proyecto de enmienda al MARPOL para un nuevo Capítulo 5, que consagrará la definición legal de las nuevas medidas de política, que comprenden una medida técnica (una norma de combustible de gases de efecto invernadero (GEI), que exige reducir la intensidad de GEI del uso de energía del transporte marítimo a lo largo del tiempo) y una medida económica (un precio a las emisiones de GEI y la especificación de la distribución de los ingresos generados).

Del análisis de las propuestas presentadas a la OMI se desprende que ahora hay dos bandos principales: uno que está a favor de un estándar mundial de combustibles (GFS, por sus siglas en inglés) combinado con un impuesto y otro que sólo apoya el GFS con un esquema de comercio de créditos pero sin incluir un precio universal del carbono. El primero cuenta ahora con un fuerte apoyo de 51 países, que representan el 70% del tonelaje, un nivel de apoyo que es importante si se convoca a una votación.

“El amplio apoyo que hemos obtenido de todas las regiones resalta el creciente acuerdo global sobre un mecanismo estructurado de fijación de precios del carbono que prioriza la equidad”, comentó Albon Ishoda, enviado especial de las Islas Marshall para la descarbonización marítima, un hombre que ha liderado desde el frente durante muchos años el debate sobre el impuesto al carbono.

La gran incógnita en el MEPC será hasta qué punto Estados Unidos será una bola de demolición con el regreso del presidente Donald Trump, quien ha mostrado su desdén por las regulaciones verdes en las primeras semanas de su nueva administración.

La Dra. Annika Frosch, investigadora del Instituto de Energía de la UCL, dijo: “Con el 70% del tonelaje que ahora respalda un estándar global de combustible junto con un impuesto al carbono, es crucial que la próxima ronda de negociaciones se centre en discutir la distribución de los ingresos, tanto dentro como fuera del sector naviero”.

@Splash247

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