Reforma económica para salud y protección previsional
Diseñan diversas alternativas accesibles con prioridad en los más vulnerables.
Indicó que en salud encontraron, por ejemplo, que aunque el porcentaje de personas que cuenta con un seguro se ha incrementado considerablemente, el asegurado no accede oportunamente al financiamiento de sus necesidades, por lo que el gasto de bolsillo en temas de salud sigue siendo muy alto.
Asimismo, manifestó que el sistema de aseguramiento de salud presenta también un gran desorden, lo que desalienta al potencial paciente a buscar asistencia en los establecimientos médicos.
“No es sorprendente, por ello, que solo la mitad de las personas que dijo haberse sentido o percibido enferma haya buscado atención y, de esa mitad, solo el 56% lo hizo en un centro de salud”, sostuvo Thorne durante la inauguración del seminario internacional: Reflexiones en torno a la protección social.
Anotó que al ser la protección brindada de baja calidad, los hogares peruanos mantienen gran vulnerabilidad ante los riesgos derivados de problemas de salud.
“Estamos hablando de que uno de cada tres hogares que sufre un shock en salud, por accidente o enfermedad imprevista de alguno de los miembros de su familia, no logra recuperarse económicamente de él”, advirtió.
Por otro lado, continuó, como individuos nos enfrentamos también a un contexto de incertidumbre laboral y alta informalidad que nos obliga, como trabajadores, a convivir con el riesgo de ser despedidos o permanecer fuera del mercado laboral formal por periodos de tiempo indefinidos.
“A esto le sumamos que hoy solo seis de cada diez personas en edad de trabajar está afiliada actualmente a un sistema de pensiones: cerca de ocho millones de peruanos carecen de protección previsional”, apuntó.
Añadió que si la afiliación ya es limitada la cotización lo es aún más: solo un cuarto de la PEA cotiza en alguno de los dos sistemas y esta cotización, además, suele ser eventual.
¿Vejez digna?
En 30 años la población en edad de jubilarse se va a duplicar y pese a su importancia para asegurar una vejez digna, las pensiones en el Perú no son vistas como una prioridad o en ocasiones, ni siquiera como algo relevante. Pero la situación es aún más grave, pues en la actualidad el 40% de los adultos mayores a 65 años no cuenta con ninguna pensión, lo que representa una situación de desamparo que afecta a sus familias y desafía al Estado.