INTERNACIONALES

Sociedad Portuaria de Buenaventura en Colombia niega temor a la competencia

El nuevo puerto de Aguadulce está listo en un 90% y espera movilizar 550.000 TEUs al año.

En Colombia, desde hace dos décadas se habla sobre la necesidad de tener un nuevo puerto en el Pacífico que permita una mayor competitividad de la región, facilite el comercio exterior y la conexión con los países asiáticos. Varios proyectos surgieron pero la mayoría naufragó en el intento, consigna Semana.

Entre ellos figura el puerto de Aguadulce, que tiene entre sus principales inversionistas dos grandes operadores portuarios de Asia. Se trata de International Container Terminal Services (ICTS) de Filipinas y PSA de Singapur, uno de los más importantes operadores de terminales marítimos del mundo.

Se ha señalado que el puerto contará inicialmente con cuatro grúas Súper Post-Panamax, tan altas como un edificio de 25 pisos. Su construcción, que avanza en más de un 90%, se hace sobre un terreno de 144 hectáreas en la península de Aguadulce, al frente de Buenaventura. Además, se habilita una carretera de 21 kilómetros para facilitar la movilización de carga.

Tras nueve años de trámites con entidades locales y nacionales y de inversiones por US$500 millones, el puerto está a las puertas de ver la luz. Sin embargo, antes tendrá que terminar de superar los obstáculos interpuestos en las últimas semanas.

De hecho, el proyecto estuvo a punto de naufragar por la decisión del alcalde de Buenaventura, Eliécer Arboleda, de frenar los trabajos al derogar dos circulares que habilitaban las licencias urbanísticas del puerto. Así mismo, denunció que los inversionistas habrían incurrido en una supuesta evasión de impuestos.

Polémica

La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) la calificó como un golpe traicionero y dijo que enviaba una funesta señal para la inversión extranjera. El presidente de la Cámara de Comercio de Cali, Esteban Piedrahíta, la señaló como una estocada para la inversión foránea. Christine Riani, directora del Comité Intergremial del Valle, deploró que en Buena aventura prácticamente era imposible hacer grandes obras.

El gobierno de Colombia también reaccionó. El vicepresidente Germán Vargas Lleras calificó la medida de “alcaldada”, mientras que el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, aseguró que este es un proyecto nacional y que los alcaldes no deben interferir en el desarrollo de las grandes obras de infraestructura.

Ante la opinión cerrada de gremios, empresarios y el gobierno en favor del proyecto, el alcalde de Buenaventura revirtió la medida y levantó los sellos para que continuaran las obras, que deberán culminar en los próximos meses, ya que se espera que en noviembre haga su arribo el primer buque a este puerto.

Razones ocultas

Según señaló Semana, fuentes que se abstienen de dar sus nombres dicen que el origen de las trabas tiene que ver con el temor por la competencia que implicará para la Sociedad Portuaria de Buenaventura (SPB) que durante más de dos décadas ha mantenido el liderazgo en esa Zona de Colombia.

Algunos han llegado a decir que inversionistas de la SPB estarían buscando obstaculizar la entrada en operación del nuevo puerto para evitar que con la mayor competencia se desvaloricen sus acciones.

Cabe señalar que el 83% de la Sociedad Portuaria pertenece a inversionistas privados, entre quienes están Harinera del Valle, ingenios azucareros, dirigentes sindicales y otros. El 15% pertenece a la Alcaldía de Buenaventura y el 2% restante al Ministerio de Transporte.

Retraso en el Pacífico

El freno de esta obra resulta paradójico en esta zona que se encuentra rezagada en el tema portuario frente a la costa Atlántica.

Para graficar la situación hay que señalar que en el Caribe operan más de 30 puertos, entre ellos las sociedades portuarias de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, así como terminales para exportar carbón, níquel y petróleo. En el Pacífico, en cambio, solo hay cuatro terminales entre los que se encuentran, además de la sociedad portuaria, TCBuen y Compas.

Con la Alianza del Pacífico –a la que pertenecen Colombia, México, Perú y Chile–, es necesario fortalecer el comercio con los países del Asia-Pacífico, con los cuales el intercambio total no llega al 20%. Adicionalmente, tras la expansión del canal de Panamá, se abren grandes oportunidades para los puertos de esta zona.

Frente a estas oportunidades, la Sociedad Portuaria de Buenaventura puso en marcha en los últimos años un plan de inversiones por US$450 millones. De ahora a 2017 espera destinar US$155 millones a cuatro grúas pórtico Post-Panamax que llegarán esta semana y se sumarán a las más de 30 grúas de patio del terminal. Además, construirá 250 metros adicionales de muelle y ampliará y adecuará bodegas y patios.

El gerente general, Víctor Julio González, desestimó los rumores que hablan del temor a la competencia por la llegada del puerto de Aguadulce. Por el contrario, sostiene que la nueva operación no afectará a la Sociedad Portuaria de Buenaventura ya que cada puerto tiene una gestión comercial y clientes diferentes.

Sin embargo, el nuevo terminal de Aguadulce aspira a ser un gran competidor en el Pacífico con la movilización de 550.000 contenedores al año –cerca de la mitad de los que mueve la zona portuaria de Buenaventura–. Además, busca estrechar los vínculos con los países del Asia-Pacífico, atrayendo a las grandes navieras de esta región.

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