NACIONALES

Avances y retrocesos en las regiones

El IPE presenta nueva versión del Incore.

Competitividad ● Lima, Moquegua y Arequipa lideran el país, afirma el Instituto Peruano de Economía ●Ucayali muestra una significativa alza.

Lima continúa liderando la competitividad del país, seguida de Moquegua y Arequipa. Así lo demuestra el Índice de Competitividad Regional (Incore) 2016, que elabora el Instituto Peruano de Economía (IPE). Sin embargo, en su cuarta edición este índice también demuestra que las regiones Ucayali y Puno han tenido variaciones significativas. La primera fue la que más posiciones avanzó mientras que la segunda fue la que más retrocedió. Si bien ninguna de estas dos regiones ocupa el tercio más competitivo del país a escala global, sí destacan en ciertos aspectos que aportan a la competitividad.

El Incore está compuesto por seis indicadores –entorno económico, salud, educación, infraestructura, entorno laboral e instituciones–. En ese sentido, el avance de Ucayali responde a los indicadores de entorno laboral e instituciones. “Ucayali mejoró en seis de los siete indicadores [de entorno laboral]. Empeoró en el indicador de desempleo juvenil urbano”, señala Víctor Fuentes, economista senior del IPE.

Asimismo, mejoró tres puestos en el indicador de instituciones. Esto se debió principalmente a su desempeño en fondos públicos no concursables –que mide la eficiencia que tiene la región para hacer contrataciones públicas–. “Ucayali estaba en el puesto 23 y ha pasado al puesto siete.

Este incremento tan fuerte también tiene que ver con que en general el 2015 ha sido un año de aprendizaje para los gobiernos regionales porque era un nuevo período de gobierno”, detalla Fuentes. Pero también influyó la mejora que tuvo la región en la resolución de expedientes judiciales, en donde pasó del puesto 21 al sexto. Pese a lo anterior, Ucayali está retrasado en educación y salud.

¿Qué significa que esté bien en el entorno laboral e institucional, pero mal en salud y educación? Fuentes señala que resulta relevante entender el concepto de competitividad, el cual define como una medida de las condiciones y recursos que tienen las regiones para generar desarrollo y bienestar. “Nos está diciendo que las regiones menos competitivas tienen las peores condiciones y que no están utilizando de la mejor manera los recursos disponibles, por lo que el desarrollo en el mediano y largo plazo podría verse limitado”, advierte el especialista.

Este es el caso también de Puno, cuyo avance en el indicador de educación destaca y lo coloca dentro del tercio más competitivo del país. La evolución positiva se da principalmente en la tasa de asistencia escolar inicial, el rendimiento académico en matemáticas y comprensión lectora, y el acceso a Internet en los colegios. Pero existe gran contraste respecto a la situación de la educación secundaria, ámbito en el cual la región está muy por debajo del promedio nacional. A lo anterior se suma su ineficiente desempeño en el indicador de infraestructura. “La ciudad de Puno está al costado del lago Titicaca; y ocupa el penúltimo lugar en relación a continuidad del servicio de agua potable y en cobertura de agua potable”, destaca Fuentes.

—La gestión es clave—

Para el especialista, es clave mejorar la gestión pública. “Fuera de Lima, en promedio, dos tercios del presupuesto público dependen de los gobiernos regionales y locales. […] Estos resultados son de responsabilidad directa de los gobiernos regionales y locales”, señala. Daniel Córdova, presidente del Grupo Invertir, opina que la competitividad no solo tiene que ser vista como un componente del desarrollo empresarial o del crecimiento económico, sino que tiene un efecto directo sobre la reducción de la pobreza y desarrollo de largo plazo. De ahí que considere que el sector de agua y saneamiento resulta fundamental –cuya brecha está estimada en US$12.252 millones–. Córdova también advierte sobre mejorar la gestión pú- blica. “Una reforma clave es una institucional al nivel de la facilitación de la inversión pública. El proceso de descentralización les dio a las regiones y municipios competencias que ellos no han podido asumir con solvencia. Y se ha mantenido un nivel de centralismo en la decisión en última instancia en el Ministerio de Economía y Finanzas que afecta el proceso de inversión”, opina.

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