Deducciones al Impuesto a la Renta: una apuesta costosa y compleja
Mayor complejidad en el pago del Impuesto a la Renta y menor recaudación para el gobierno son las principales consecuencias de las nuevas modificaciones tributarias.
POR ANTHONY SUCLUPE G. Y RAMÓN CHIARELLA
La semana pasada el gobierno aprobó, a través del Decreto Legislativo 1258, modificaciones al pago del Impuesto a la Renta para trabajadores independientes (cuarta categoría) y dependientes (quinta categoría). Los trabajadores dependientes tendrán la opción de poder deducir del pago del impuesto a la renta los gastos por concepto de arrendamiento de inmuebles, intereses de créditos hipotecarios, aportaciones de Essalud de trabajadores del hogar o gastos por la tomar servicios profesionales de médicos, odontólógos, fotógrafos, ingenieros, arquitectos, entre otros.
Con el sistema antiguo, los trabajadores de quinta categoría no podían deducir ningún tipo de gasto del impuesto a la renta. En el sistema actual, los trabajadores que quieran deducir los gastos anteriormente señalados tendrán que presentar una declaración jurada de esos gastos incurridos.
Así, el pago a la renta de estos contribuyentes podría disminuir en hasta tres unidades impositivas tributarias (UIT), lo que hoy equivale a aproximadamente S/12,150. Actualmente, el IR se grava sobre el monto que excede las siete UIT (aproximadamente S/28,350) pero ahora podrá ser a partir de diez UIT (S/40,500).
La formalización
La medida del gobierno busca incentivar la formalización de la economía. Sin embargo, no hay consenso acerca del éxito de la medida. Luis Arias, ex jefe de la SUNAT, sostiene que no cree que haya gran impacto en favor de la formalización y que el efecto de la medida se traducirá en menor recaudación. Su sustento es que sólo bajar el IR no hace atractivo a las empresas nuevas o existentes a entrar a la formalidad. Sin embargo, Juan Pablo Porto, senior managerde tax consulting de PwC sostiene que la medida va en la dirección correcta para fomentar la formalización, pues genera incentivos para que las personas que quieren beneficiarse de las deducciones demanden recibos por honorarios a los proveedores de servicios, y así, alentar el crecimiento del sector formal.
artículo relacionadoGobierno publicó decreto que modifica la ley del Impuesto a la Renta
La nueva norma permite un mayor ingreso disponible pero conlleva a un costo de cumplimiento que es asumido por el contribuyente, explica Porto. Para acogerse a dicho beneficio, las personas tendrán que presentar una declaración jurada y probablemente recurrir asesoría contable, agrega el especialista.
Sin embargo, el costo está en que se hace más complejo el sistema tributario para el pago del impuesto a la renta, y se reducirían los ingresos del fisco.
Más complejo y menos ingresos
Una de las características de un sistema tributario eficiente es su simplicidad. En el caso de la nueva medida, según los especialistas, ésta va en la dirección contraria. “Con la medida se ha complejizado el sistema. Se está haciendo lo contrario a los noventa, cuando se hizo la reforma, y había muchas deducciones”, señala Arias. “Se ha complicado un poco [con lo de las deducciones] para las personas naturales, toda vez que no se busca ver la capacidad contributiva del beneficiario sino incluir al universo contribuyente a aquellos que venden determinados servicios”, sostiene Fernando Castro, abogado del estudio Muñiz.
El pasado martes, el ministro de Economía, Alfredo Thorne, señaló que “estamos dando ciertos beneficios al Impuesto a la Renta, que los capturaríamos vía el IGV”. Sin embargo, el incremento por medio del IGV sería menor que la reducción del IR por dos razones. “Los principales beneficiarios serán quienes pagan IR: sólo el 20% de los ingresos gravados”, señala Arias. Esto corresponde a las familias con mayores ingresos. Asimismo, ese segmento tiene una propensión marginal a un consumo menor el resto de la economía.Un cálculo de SEMANAeconomica señala que la reducción por esta medida será de 0.3% del PBI en los ingresos del gobierno.
El éxito de esta medida dependerá de que realmente los trabajadores demanden servicios en el sector formal de la economía, y que esto compense la reducción de los ingresos fiscales y la mayor complejidad tributaria.