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Grupo Romero operará el Puerto Salaverry, con una inversión de US$229 millones

El consorcio conformado por Tramarsa y Naviera Tramarsa, empresas del grupo peruano, concursó con la turca Yilport en la licitación.

El consorcio Transportadora Salaverry, del Grupo Romero, se adjudicó la construcción y operación del Terminal Portuario Salaverry, por una inversión US$229 millones. La firma peruana ofreció el mayor porcentaje de descuento (10%) sobre las tarifas del servicio de carga estándar y servicio especial de refrigerador para contenedores.

Tramarsa fue la empresa que originalmente presentó esta iniciativa privada autofinanciada, pero terminó concursando con la turca Yilport en la adjudicación, luego de que ésta declaró su interés de participar. En la apertura de sobres de propuestas económicas realizado hoy en ProInversiónYilport no ofreció ningún porcentaje de descuento tarifario, lo cual le restó puntos frente a Tramarsa.

ProInversión estimaba una inversión de US$216 millones para la modernización del puerto, ubicado en La Libertad. Tramarsa elevó la inversión en US$13 millones, tras la adjudicación de hoy. El objetivo del proyecto es ampliar la capacidad operativa del puerto multipropósito, al permitir el ingreso de naves de mayor envergadura. La concesión será por 30 años.

Alvaro Galindo, representante del consorcio del Grupo Romero, adelantó que US$102 millones serán ejecutados en los primeros cinco años, en los que el terminal estará listo para atender todo tipo de carga. Los US$127 millones restantes serán invertidos en función de la demanda del puerto.

LARGA ESPERA

La idea de modernizar el puerto de Salaverry lleva al menos seis años como tal. En el 2014, de hecho, Andino Investment Holdinghabía ofrecido invertir en su modernización. Como diseño de ingeniería, el proyecto estuvo en cartera de ProInversión desde el gobierno del expresidente Ollanta Humala. En agosto del 2017, durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski, fue declarado de interés para arrancar con la licitación.

Hasta ese momento, el único postor era Tramarsa, del Grupo Romero, que presentó la iniciativa privada autofinanciada al MTC. Por ley, si una empresa tiene interés en la concesión del proyecto, debía presentar una alternativa en un plazo de 90 días. Eso fue lo que hizo Yilport.

En el tiempo, el proyecto también ha suscitado controversias. El año pasado, un sector de empresarios agrícolas entró en una discusión con el Ejecutivo sobre cómo el nuevo puerto no les generaría beneficios. El debate se centraba en si el puerto podría o no recibir contenedores, usados para la agroexportación, debido al cambio de plazos en la construcción de uno de sus componentes.

[Ver: Puerto de Salaverry: la disputa entre el gobierno y el agro por los contenedores]

ETAPAS DEL PROYECTO

El proyecto se desarrollará en cinco etapas para atender la demanda de carga de la agroexportación, la producción minera, entre otros. La primera etapa de inversión incluye el dragado del puerto —aumento de la profundidad para el encalle de naves—, la reparación del muelle dos, la construcción de silos para almacén de cereales y la remodelación de infraestructura portuaria.

La segunda etapa de inversión implica la ampliación de capacidad de almacenaje logístico, y se implementará un antepuerto. Asimismo, se trabajará para ensanchar y alargar el primer muelle hacia tierra: será entre 225 y 285 metros más de largo.

La tercera, cuarta y quinta etapa requerirán una inversión aproximada de US$18 millones, US$16 millones y US$27 millones, respectivamente. Éstas se darán en función al mayor movimiento de carga, originada por el desarrollo de proyectos agrícolas, mineros, entre otros.

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