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Los armadores europeos instan a una solución negociada del Brexit que incluya un período de transición

El sector europeo del transporte marítimo ha realizado un llamamiento a todas las partes para que eviten una situación en la que no se llegue a un acuerdo sobre el Brexit. Sin acuerdo, las repercusiones sobre la fluidez del comercio entre la Unión Europea y el Reino Unido “serán enormes”, en detrimento de las compañías navieras, los socios logísticos, los pasajeros y los consumidores, apuntan. El acuerdo “debería incluir un período de aplicación que permita a los socios del Reino Unido y de la UE disponer de tiempo y claridad para prepararse”.

En caso de que se produzca efectivamente la salida del Reino Unido de la UE, “el mantenimiento de unas condiciones equitativas para el transporte marítimo de la UE, el Espacio Económico Europeo y el Reino Unido “es una prioridad clave”. A corto plazo, los reguladores deberían garantizar un tráfico marítimo sin fricciones entre el Reino Unido y la UE, la libre circulación de la gente de mar, el personal de tierra y los pasajeros, y el acceso continuo al mercado de las rutas nacionales y del sector offshore.

A largo plazo, la futura relación debería facilitar una estrecha cooperación en cuestiones globales. La UE y el Reino Unido deberían aspirar a la armonización de la legislación relativa a los asuntos marítimos, y la ECSA “desearía que esto se reconociera como un principio rector de la relación a largo plazo”. Un diálogo marítimo sólido entre la UE y el Reino Unido “debería ofrecer la plataforma para debatir enfoques comunes entre las dos partes, así como en relación con el marco político global de la OMI, la OCDE, la OIT y la OMC”.

La salida del Reino Unido de la UE supone un reto para el sector del transporte marítimo. Para minimizar los impactos negativos, los armadores europeos invitan a los responsables políticos a tener en cuenta lo siguiente, en beneficio del transporte y el comercio de la UE en general:

– Economías enredadas: Los debates de Brexit de los últimos años han puesto de relieve la interrelación entre las cadenas de suministro y logística entre la UE y el Reino Unido. Las navieras son parte integrante de esta realidad empresarial. El simple hecho de poner fin a esta situación perjudicará a todas las partes. Un acuerdo sobre la forma en que la UE y el Reino Unido cooperarán durante un posible período de transición y después de Brexit es esencial para garantizar el buen funcionamiento de las economías tanto de la UE como del Reino Unido.

– La incertidumbre ya afecta a las empresas: La incertidumbre que existe hoy en día ha tenido sus primeros efectos: varias empresas han cambiado el pabellón de los buques a otros pabellones de la UE, y las empresas han visto disminuir el tráfico de carga y pasajeros entre el Reino Unido y la Europa continental hacia mediados de 2019. Por ejemplo, el tonelaje bajo pabellón del Reino Unido ha disminuido en aproximadamente un tercio. Mientras tanto, varias empresas de fabricación y montaje han anunciado que trasladarán sus instalaciones del Reino Unido a la Europa continental. Obviamente, esto tiene un impacto perjudicial en los volúmenes de transporte.

– Tiempo y claridad para prepararse: En los dos últimos años, las compañías navieras de la UE y del Espacio Económico Europeo se han preparado al máximo para Brexit. Sin embargo, ser 100% a prueba de Brexit no es posible, siempre y cuando no haya certeza y claridad sobre la forma que tomará la salida. Las compañías navieras son sólo una parte de toda la cadena de suministro y dependen de la preparación y preparación de otras, incluidas las autoridades de la UE y del Reino Unido. La falta de claridad ha hecho muy difícil que todas las partes de la cadena de suministro se preparen. Esto es especialmente cierto en el caso de los clientes más pequeños de las compañías navieras, que carecen de los recursos humanos y financieros necesarios. Por lo tanto, los armadores europeos subrayan la necesidad de obtener claridad y seguridad mucho antes de la fecha en que el Reino Unido salga de la UE. Una vez que hay claridad y certeza, se necesita tiempo para preparar y aplicar las nuevas normas.

 Futuros socios: Los armadores europeos participaron activamente en los debates del Brexit con numerosos responsables políticos y otras partes interesadas. Tienen, entre otras cosas, un diálogo abierto y constructivo con las compañías navieras y las autoridades británicas. Existe el deseo y la expectativa que esta cooperación entre la industria de la UE y el Reino Unido y los representantes gubernamentales continúe después de Brexit.

Prioridades que deben tenerse en cuenta en cualquier relación futura entre la UE y el Reino Unido

– Fluidez del comercio: Dado el elevado número de travesías de carga y de cadenas logísticas y de suministro interrelacionadas, la fluidez del comercio entre la UE y el Reino Unido debe ser una prioridad. La reintroducción de los controles aduaneros y de otro tipo tendrá un impacto fuerte e inmediato en los armadores, sus clientes y los puertos, así como en las administraciones de gestión de fronteras: tiempos de tránsito más largos en los puertos, presión en las zonas portuarias, desvío de los flujos hacia los puntos de cruce disponibles y desorganización de los canales. Los nuevos procedimientos también conllevarán costes adicionales y no hay suficiente personal para llevarlos a cabo. Por lo tanto, deben facilitarse los controles para que la infraestructura física tenga capacidad suficiente. Además –según la ECSA- Bruselas debería facilitar suficientes puntos de inspección fronteriza para los controles fitosanitarios, veterinarios y ganaderos. Las soluciones digitales en toda la cadena de suministro del comercio entre la UE y el Reino Unido, a través de sistemas interconectados, son también fundamentales para mantener la fluidez del comercio. Además, “instamos a la alineación reglamentaria y al reconocimiento recíproco de las normas y los controles en un futuro acuerdo para permitir la circulación de mercancías lo más libre posible después de la salida”.

 Igualdad de condiciones y competitividad: La UE y el Reino Unido deben seguir siendo lugares competitivos para que las compañías navieras lleven a cabo sus actividades. Por lo tanto, la igualdad de condiciones –en los ámbitos fiscal, medioambiental, social y otros ámbitos reglamentarios- debe ser una prioridad en cualquier relación futura. Esto debe respetar las diferentes rutas marítimas entre la UE/EEE y el Reino Unido y los diferentes modos de transporte, de modo que el transporte marítimo, por carretera, aéreo y ferroviario se traten de la misma manera.

– Acceso al mercado: Debe preservarse el acceso recíproco al mercado, como ocurre actualmente. Los armadores de la UE y del EEE ponen de relieve su preocupación por el sector del suministro en alta mar y el comercio interior regular. Las empresas de la UE/EEE son muy activas en la plataforma continental del Reino Unido y realizan escalas en los puertos británicos. Añadir cualquier requisito adicional para acceder a estos mercados, ya sea en términos de propiedad, tripulación o documentación, es inaceptable para un sector marítimo competitivo tanto en la UE como en el Reino Unido.

 Libre circulación de la gente de mar, del personal de tierra y de los pasajeros: La gente de mar y el personal de las empresas, ya sean nacionales de la UE/EEE, del Reino Unido o de terceros países, deben poder acceder fácilmente al Reino Unido y a la UE. Los ciudadanos de la UE o del Reino Unido que deseen viajar por mar deben poder seguir haciéndolo sin problemas, sin añadir procedimientos pesados como las solicitudes de visado.

Fuente : El Naucher

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