Según Drewry, el mercado de transporte marítimo de contenedores tocó fondo

Después de un segundo trimestre que resultó financieramente peor que lo esperado, se viene un mejor segundo semestre. Así y todo, Drewry estima que en conjunto, los “carriers” de contenedores pueden llegar a registrar una pérdida operativa de alrededor de USD5.000 millones este año.

Pero para el año próximo, la consultora pronostica una recuperación en la rentabilidad de la industria, gracias a una mejora en los valores del flete y un ligero aumento en los volúmenes de carga, que podrían permitir un 2017 con una modesta ganancia operativa de alrededor de USD2.500 millones.

Esta recuperación debe, sin embargo, ponerse en perspectiva. Si bien es de esperar una mejora en las tarifas promedio de los fletes, la misma llegará tras varios años de retornos negativos y los precios estarán todavía bien por debajo de los valores promedio de 2015.

Un dato clave por conocer, es cuál será el comportamiento comercial de los armadores, que ya ha dado muestras de resultar impredecible y contrario al sentido común. La desaparición de Hanjin podría marcar un punto de inflexión en este sentido, pero la actitud complaciente de las navieras ante los riesgos de la insolvencia, genera dudas de que así vaya a suceder.

Los precios del combustible también están en alza y los carriers son extremadamente cautelosos de los costos. Esto podría justificar mayores precios para los fletes por vía del mecanismo de recargo por combustible, pero al mismo tiempo incrementará los costos operativos.

Entre los factores positivos más importantes caben mencionarse el estado de virtual paralización de la contratación de nuevas construcciones y el rápido incremento registrado en la desafectación y desguace de buques. Aun así, los próximos dos años serán todavía complicados desde el costado de la oferta, pues se espera un crecimiento anual de entre el 5% y 6% para la flota, con la incorporación de muchos megabarcos portacontenedores (ULCV).

Como reacción, el sector está en un rápido proceso de consolidación, producto más de la necesidad  que de la planificación. Aquellas navieras que logren capear este prolongado temporal tienen la oportunidad de emerger como las más fuertes en 2019/20.

Drewry ha venido resaltando desde hace tiempo que las empresas no se han concentrado debidamente en la cuestión de los ingresos, y con un endeudamiento creciente este tema constituye una genuina preocupación para la industria, a  la luz del fracaso de Hanjin. Drewry estima que los ingresos para el año 2016 podrían alcanzar los USD 143.000 millones, muy por debajo de los USD 218.000 millones alcanzados en 2012.

Neil Dekker, director de Drewry para las investigaciones sobre el sector, lo comenta en los siguientes términos:”El fracaso de Hanjin es la culminación de varios años de pobres decisiones comerciales y mala gestión, no solo de Hanjin, sino de toda la industria naviera en conjunto. Pero esto no necesariamente marcó un punto de inflexión para la industria. Es posible que siga el proceso de consolidación, pero ese no es necesariamente el camino a la tierra prometida. Los grandes ejecutivos de las empresas navieras  hablan de sinergias para ahorrar cientos de millones de dólares, pero esto no significa nada cuando se lo regala alegremente en débiles negociaciones contractuales y ante el deseo de mantener preciosos porcentajes del mercado”.

El analista agrega: “la respuesta pasa por considerar a fondo la parte de la ecuación relacionada con los ingresos y, afortunadamente, ya hay signos de que el mercado spot está en alguna medida empezando a hacerlo. La prueba ácida del 2017, radicará en ver cómo negociarán las principales navieras sus contratos con los grandes importadores”. (Por Aiswarya Lakshmi; MarineLink. Adaptado al español por NUESTROMAR)

20/10/16