Victor Shiguiyama: «Necesitamos un terremoto que destruya la mediocre administración pública actual»
“Las exitosas reformas económicas de los 90 han ido perdiendo ritmo y nuestro optimismo ha ido apagándose”, considera el ingeniero industrial que ahora dirigirá la Sunat.
El día de hoy se realizó la juramentación de Victor Shiguiyama como nuevo jefe de la Sunat y sí que se trata de un convencido de reformular la administración pública actual, ya que en su artículo Lo peor de dos mundos, opinó que se necesita un “terremoto” que destruya la mediocre administración pública actual.
“Necesitamos un shock de innovación, un terremoto que destruya la mediocre administración pública actual y nos obligue a crear una nueva manera de gestionar los recursos públicos”, señala Shiguiyama en su artículo fechado el 5 de agosto del 2016 en la web Lampadia.
En dicho artículo consideró difícil plantear una agenda positiva en un ambiente político cargado de energía negativa, y donde los peruanos estamos “incomprensiblemente enemistados y divididos, incapaces de admitir o reconocer razones en otras posiciones políticas”.
“Y esto no sólo entre políticos, sino también entre analistas, periodistas y twitteros”, dijo.
Asimismo, señaló que “las exitosas reformas económicas de los 90 han ido perdiendo ritmo y nuestro optimismo ha ido apagándose”, dejando en las mentes de los peruanos “una mirada afligida por la creciente desaceleración económica, la rampante corrupción y la angustiante inseguridad ciudadana”.
“Algo en común para desarrollar exitosamente cualquier agenda de gobierno, es incorporar mayor agilidad, eficiencia y eficacia en la gestión pública. Después de todo, enfrentamos una crisis de talento humano, incapaz de avanzar en tantos frentes y en tan poco tiempo. Pero, ¿cómo lograrlo?”, se preguntó.
En opinión del ingeniero industrial egresado de la Universidad de Lima, un gran impedimento para innovar, actuar oportunamente, simplificar y transparentar la gestión es, paradójicamente, el sistema de control, que encabeza la Contraloría General de la República y las Oficinas de Control Interno.
“El nombramiento del nuevo Contralor (Edgar Alarcón), realizado en la agonía de un gobierno que se va desprestigiado, y que además es funcionario de carrera no pareciera haber sido lo más conveniente”, anotó.
Recrear la gestión pública
Shiguiyama indicó que existen una serie de ideas que se aplican perfectamente a la necesidad de recrear la gestión pública peruana: i) la innovación requiere tolerancia al error; ii) toda innovación disruptiva exige obligatoriamente aceptar fracasos; y iii) todo innovador debe, obligatoriamente, dejar su estado de confort.
“El sistema de control peruano es, como muchos en la región, uno plagado de prácticas viciosas orientadas a lograr el cumplimiento estricto y literal de los procedimientos, normas y leyes. Todo auditor interno y miembro de la contraloría es, como diríamos, un funcionario pegado a la letra, un cuadriculado”, puntualizó.
Por eso, manifestó que la mayoría de funcionarios públicos actuarán de acuerdo a la letra y si esta no existe, esperarán que exista.
“Y cuando éste funcionario sea juzgado por el auditor, éste no verá el logro (resultado) sino el procedimiento (forma). Cualquier error en el procedimiento se asume como intención dolosa y suele estar acompañada de sanciones extremadamente severas, que incluso llegan a juicios y embargos”, subrayó.
Por ello, advirtió que en el Perú se ha “desarrollado el sistema perfecto para capar mentalmente a nuestros funcionarios públicos”.
“Imaginen una persona que todo el tiempo será castigado por caerse al intentar caminar, o cuando se equivoca cada vez que busca hacer algo nuevo en la vida….¿El resultado?, un Perú con dinero pero con pocos resultados. Un funcionario atormentado por la forma, con nula convicción por la innovación. Es el mundo perfecto para los corruptos, especialistas en extraer dineros cumpliendo las formas”, aseveró.