NACIONALES

Carretera a la competitividad

Como bien demuestran diversos estudios, la diferencia en los niveles de productividad de los países es uno de los principales factores que generan disparidades en su desarrollo. A puertas del cambio de gobierno, es importante revisar cómo se encuentra el Perú con relación al fomento de la productividad y competitividad, específicamente, sobre la infraestructura, factor básico para alcanzar altos niveles de productividad y desarrollo.

Ciertamente, un logro del actual gobierno es haber conseguido uno de los más altos niveles de adjudicación de concesiones en infraestructura. Según la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), el monto de concesiones otorgadas por este gobierno –medido sobre la base de los compromisos de inversión asumidos por los concesionarios– llega a más de US$15.000 millones. Este monto representa casi el 55% del total de las concesiones adjudicadas durante los últimos cinco mandatos presidenciales.

A pesar de este resultado, llama la atención que el Perú sigue retrocediendo en los ránkings mundiales de competitividad, como lo muestra el último Reporte de Competitividad Global 2015-2016 publicado por el World Economic Forum. En este ránking nos encontramos en el puesto 69 de las 140 economías evaluadas, habiendo retrocedido cuatro posiciones contra la evaluación realizada en el 2014. En este mismo ránking Chile aparece en el puesto 35, México en el 56 y Colombia en el 61.

Si revisamos el detalle de los factores básicos de competitividad que contribuyen a la posición que ocupa el Perú, encontraremos que, a pesar del alto nivel de estabilidad macroeconómica del que goza el país, cuenta con índices muy bajos de institucionalidad, de educación, salud y de desarrollo de infraestructura, rubro en el que ocupamos el puesto 89 .

A nuestros aliados en la Alianza del Pacífico le ha ido mucho mejor, en donde, para el caso de infraestructura, Chile ocupa el puesto 45, México el 59 y Colombia el puesto 84 del ránking.

Entonces, si el actual gobierno lo ha estado haciendo mejor que los anteriores, ¿a qué se debe que sigamos perdiendo competitividad? Las razones pueden ser varias: desde falta de mecanismos adecuados para la ejecución de obras de infraestructura hasta la burocracia existente en los organismos públicos.

Sobre esto, un factor clave es la ausencia de un verdadero plan nacional de infraestructura que sea ordenado, ambicioso y con visión de largo plazo. Necesitamos ponernos al día con nuestros socios que ya vienen ejecutando cada uno un plan nacional de infraestructura y que cuentan con una agencia gubernamental especializada en impulsar su cumplimiento. Chile cuenta con un plan de infraestructura para el 2010-2025 por un monto de casi US$16 mil millones; Colombia con un plan 2014-2018 por US$20 mil millones y México cuenta con un ambicioso plan por casi US$600 mil millones para el 2018. Es imperativo que el siguiente gobierno tome esto como una de sus prioridades y nos regrese a la carretera de la competitividad.

José carlos Velásquez – Director de CFA Society Perú

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