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Proyectar una red Logística, desafío clave para sumar competitividad en Chile

Diferentes miradas expertas confluyeron en el pasado Seminario de Aipef “Infraestructura portuaria, desafíos para seguir creciendo competitivamente”, desarrollado en Santiago. El verdadero reto, según los panelistas, radica en proyectar “una red logística de gran envergadura” que esté en sincronía con los requerimientos operativos de la industria marítima nacional, panorama en el cual la necesidad de inversión y las mediciones de impacto, serán los factores que condicionarán el diseño de los puertos.

El evento, organizado por la Asociación Interamericana de Periodistas de Economía y Finanzas (Aipef) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), contó con la participación del Ministro de Transporte y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, quien luego de dar cuenta de los progresos en reconstrucción de infraestructura portuaria, dio luces acerca de cómo el Gobierno plantea sortear el reto de afianzar la competitividad, siendo uno de los principales puertos de la Región, sin comprometer la sustentabilidad con el impulso al crecimiento.

El Ministro enfatizó en la integración armónica que debe lograr la ciudad con el puerto y la relevancia de la planificación territorial. Para su cartera, “es fundamental un desarrollo sostenible y articulado en los grandes proyectos de infraestructura”, siendo la  Comisión Nacional de Logística (Conalog) integrada por los ministros del ramo, además de Economía y Hacienda, un eslabón clave en la cadena logística.

Tiempo versus capital

De acuerdo a lo arrojado en diversos estudios de la industria, se ha llegado a un consenso de que varios de los puertos ya alcanzaron el límite de su capacidad. Para Valparaíso y Antofagasta se proyecta que esto ocurrirá a fin de mes;  Arica y San Antonio llegaron a este punto el año pasado y en Iquique, esto sucederá en el 2020.

Según la propia Cámara Chilena de la Construcción, Chile necesita una inversión de US$4.390 millones desde hoy al 2025 para dar abasto a las demandas de conectividad y transferencia en nuestra infraestructura portuaria. Es prioridad invertir en la zona central, donde, de acuerdo con el informe, la inversión debería alcanzar los US$3.611 millones en la próxima década.

Cristián Herrera, gerente general CChC esgrime que “el nivel de inversión en infraestructura pública está por debajo de lo requerido. El promedio en Chile es de 2,5% del PIB y debería ser de 5% para alcanzar el desarrollo en las próximas décadas”.

Pero ¿cómo conservar el equilibrio entre desarrollo sostenido e impacto ambiental? ¿Quién está a cargo de fiscalizar el diseño y la planificación urbana que implica el crecimiento portuario durante los próximos años? Estas, entre otras interrogantes, protagonizaron el debate, en el Seminario de AIPEF.

Relación Ciudad-Puerto

Harald Jaeger, coordinador de la Red Logística a Gran Escala y ex gerente general de la Empresa Portuaria de Valparaíso, sostuvo que “enfrentar socialmente el desafío del crecimiento, no está exento de diferentes factores tensores, que pueden generar fricciones entre comunidad e industria”, pero aclara que es indispensable, “cultivar la relación ciudad-puerto, consolidando a las empresas marítimas como agentes de producción responsables e insertos beneficiosamente en la comunidad”.

La preocupación sobre el impacto en el fondo marino, la protección del borde costero, la consolidación de una ciudad de carácter industrial y la generación de empleo en torno a una orbe marítima, son factores que deben estar siempre presentes en la senda del crecimiento, según los expertos, siendo la participación ciudadana y la consolidación de mesas de trabajo público y privadas, aliados fundamentales en la planificación de infraestructura.

Clemente Pérez, ex presidente de Metro y de Copsa, indica que existe  una falta de urgencia y sentido de “accountability”, según la visión internacional acerca de “en quién recae la responsabilidad de cumplir con metas y tiempos”. Según Pérez “los proyectos demoran en promedio 10 años en salir adelante, ¿quién resuelve?” enfatiza, por lo que propone “un consejo nacional de infraestructura, que trascienda los ciclos políticos, además de una política nacional definida”.

Puerto de San Antonio, con una transferencia de carga de 16,2 millones de toneladas en 2014, tiene como prioridad avanzar en infraestructura. Su Presidente, José Luis Mardones, indicó que la empresa está avanzando para ingresar el Estudio de Impacto Ambiental a fines del primer semestre del 2017. Indicó que “es fundamental estar listos para cuando se necesiten los nuevos terminales”. “Lo antes que podemos entrar en operación con el Puerto de Gran Escala es en diez años más, en el año 2026, y tenemos un cronograma preparado para aquello”, manifestó.

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